El 12 de octubre es una fecha especial para Latinoamérica, pues recuerda un aniversario más de lo que se ha llamado el “Descubrimiento de América”. Hay diferentes formas de conmemorar este evento, dependientes la interpretación de la colonización del continente. Por ello, es fundamental considerar las diferentes posturas de las diversas culturas inmersas en el encuentro, las relaciones de poder y el uso de la violencia en la conquista y durante la colonia. Así también cabe notar los rezagos de la violencia colonial que aun se manifiestan en el periodo republicano.
En ese sentido, hay diferentes posturas; por ejemplo, hay quienes abogan por llamarlo el Día de la Hispanidad, en clara referencia a una valoración del componente ibérico en la cultura Latinoamérica. Anteriormente, se conmemoraba el Día de la raza en esta misma fecha, valorando al mestizaje como un elemento central en la cultura regional, y a la vez entendiéndolo como el resultado de un cruce de culturas. Este nombre ha sido desplazado, pues la “raza” como categoría ha dejado de ser aplicada para entender la diversidad humana. En su lugar, se ha promovido el Día del Respeto a la Diversidad Cultural que aborda un enfoque integral en torno a la necesidad de valorar la multiplicidad de culturas como un componente de la humanidad y de las sociedades latinoamericanas.
Aunque existen avances, la diversidad cultural todavía requiere ser atendida de manera prioritaria. Los pueblos y las nacionalidades indígenas, los diversos pueblos afroamericanos y la población montuvia –entre otros conglomerados– conviven con la población mestiza, pero en condiciones de desigualdad. Diversos indicadores muestran que la pobreza, el desempleo, la falta de educación y la violencia afectan aún más a estas poblaciones. En el campo de la educación, en Ecuador las tasas de analfabetismo son más altas en la población indígena y montuvia.[1] Así también su acceso a la educación para jóvenes y adultos y al aprendizaje a lo largo de la vida es restringido. A nivel de contenidos y enfoques educativos, la inclusión de la diversidad es también un pendiente en el que deben considerarse aspectos lingüísticos, culturales, geográficos y de acceso a derechos.
En suma, la atención y el respeto a la diversidad cultural es un aspecto que podría fortalecer el acceso a derechos en diferentes campos. Especialmente en la educación para jóvenes y adultos, un enfoque de diversidad cultural puede contribuir a la reparación de los derechos de poblaciones históricamente excluidas de la educación.
[1] FARO. Del derecho a la educación al aprendizaje a lo largo de la vida. DVV International. Disponible en este enlace.